Hoy os presento mi último diorama. Me ha costado sólo dos tardes de hacer, y fue fruto de una tarde de inspiración.

Drácula se enfrenta a los Cazavampiros

Siempre he sido un gran fan de las películas de Vampiros clásicas, y rebuscando por mi vieja caja de miniaturas viejas encontré tres cazavampiros de Grenadier de 1996, y un viejo Stradh von Zarovich de la ya desaparecida Ral Partha de 1998.  

Las miniaturas de los cazavampiros son bastante discretas, pero cumplían su función cuando jugábamos a "La Llamada de Chthulhu", de cuando pintaba y compraba miniaturas para jugar a rol. (¡qué tiempos!).

Stradh por contra lo compré en su día por correo a Guinea Hobbies, y venía en un blíster con un par de minis de Ravenloft (la ambientación de terror gótico del Advanced Dungeons and Dragons que ha pasado a mejor vida hace largo tiempo). La  miniatura me encanta porque es la representación del clásico vampiro al más puro estilo de Bela Lugosi, o Cristopher Lee.

La idea de la escenografía surgió de modo espontáneo, pensando cómo podía realizar un diorama que representase la lucha entre los cazadores de vampiros y el monstruo.  La idea de situar en un pórtico al vampiro me vino de la película "Nosferatu", y para representar las ruinas del castillo en la noche usé otra pieza para hacer de fondo, representando una muralla rota y una reja a la que le he pegado un cartón pintado de azul oscuro. Tanto la base como la escenografía se ha realizado usando porexpan azul,cortado toscamente con un cútter, y dándole una mano de tapagrietas para texturizar. La textura de la arcada ha sido realizada con el tapagrietas en mojado  perfilando los contornos con un palillo, dándo así forma a los sillares.

Para dar un toque distinto, he utilizado algo de pintura fosforescente para hacer un iluminado, como si el vampiro emitiese ese tipo de luz verde fosforescente que tanto se ha visto en pelis de miedo de los años 70.

La niebla no es otra cosa que algodón blanco, ya que le da un buen toque y aporta movimiento a la composición, como si la niebla proviene del interior de la guarida del vampiro.


De igual modo, he usado césped artificial verde y marrón claro para disimular las bases y  dar un aspecto de abandono a las ruinas. El problema de estas minis es la imposibilidad material de quitar las bases de las peanas, que al ser de plomo y tal y como están las miniaturas esculpidas  ha sido imposible.

En fin, este diorama me ha costado dos tardes de hacer entre secado, pintado y repintado de las miniaturas. Creo que ha quedado estupendo y estoy muy contento de haberlo terminado. 

Para hacer un diorama lo importante es tener inspiración suficiente y las miniaturas adecuadas para representar lo que quieres. No hace falta complicarse la vida, simplemente usar lo que se tiene a mano y cuidar al máximo los detalles, y aunque siempre se puede mejorar, lo importante es conseguir un efecto lo más realista posible.