Seguimos reuniendo elementos para nuestro tablero modular: caminos, campos de trigo y colinas. Lo cierto es que aún queríamos una mayor diversidad. Creemos que la riqueza de elementos es lo que hace que las mesas de juego de Warhammer Fantasy, Mordheim (Empire in flames), 1650 A Capa y Espada, sean verdaderamente atractivas. Nuestra colina era realmente grande y necesitábamos elementos con los que llenarla. Por eso nos decidimos a hacer un huerto para wargames sobre ella, que serviría de sustento para las granjas de alrededor.
Plantearnos como hacer un huerto para wargames no fue muy complicado puesto que contábamos con múltiples referentes. Ya sean recuerdos de nuestra tierna infancia (dedicamos este momento a acordarnos de todos los abuelos y abuelas visitados por sus nietos en el pueblo), fotografías de internet o incluso otros elementos de escenografía. Fue muy fácil tener una idea clara de lo que deseábamos.
Tanto en 1650 A Capa y Espada como en Mordheim (Empire in flames) no hace falta tener elementos de cobertura verdaderamente grandes, ya que solo tienes que proteger a una o dos figuras. Sin embargo en Warhammer Fantasy, si quieres que se tenga verdaderamente en cuenta como elemento de protección, necesitas que al menos pueda cubrir una fila de cinco o seis figuras.
Para que el huerto para wargames ganara importancia en los tres juegos, decidimos que estaría rodeado por una valla de piedra de cierta longitud. También queríamos que no quedase regular, por lo que la valla no podría ser recta.
Ya teníamos el primer elemento, ahora nos quedaba el segundo, el cultivo. Vimos que la forma más sencilla de hacer los cultivos era utilizando cartón corrugado. Así con un solo material ya teníamos tanto el zurco como el lomo donde cultivar.
Con lo mas imprescindible decidido nos pusimos a ello, pero antes de continuar debemos recordaros dos cosas.
Primero, el huerto para wargames iría integrado en la colina. Esto no supuso un mayor condicionante, por lo que si os animáis a hacer el vuestro propio esperamos que el artículo os sirva igual.
Segundo, no olvidemos que esto forma parte de un proceso de aprendizaje. Alguna vez ya hemos tenido que rehacer lo hecho, en este caso no ha sido distinto, y a lo mejor nos toca reempezar más de una vez. Os comentamos esto por intentar disculpar nuestra torpeza por un lado, y para evitar que nadie se desanime al principio si lo intenta. !Casi siempre se pierde la primera vez que se juega a Warhammer Fantasy¡ pero se aprende.
Tomamos el tablero de 60x60 cm de colina sobre el que iría el huerto para wargames. Dibujamos tanto el huerto en si como los caminos que debían de casar entre los tableros de la colina para poder así usarlos de forma modular.
Con las zonas delimitadas fuimos pegando cartón corrugado para hacer los cultivos. También pegamos alguna que otra piedra para ir viendo los muros.
Ya os mostramos como hacemos los muros en el artículo Tablero modular: Caminos, por lo que no vamos a repetir el proceso. En esta ocasión queríamos que el muro estuviera algo deteriorado, así que pegamos algunas piedras de forma aleatoria simulando que estaban caídas a ambos lados. Sobre la pendiente de la colina pusimos alguna como si hubiera rodado ladera abajo.
Nos paramos un momento a observar el huerto y no nos gustaba como estaba quedando. Los muros pintaban bien, pero los cultivos eran demasiado homogéneos. Por ello decidimos quitar el cartón corrugado y utilizar masilla para modelar de secado al aire en su lugar.
Hicimos unos churros de masilla y los fuimos colocando uno al lado del otro dejando el espacio del zurco entre ellos. Esto seguía sin funcionar y nos habían quedado unos lomos ridículamente bajos.
Quitamos la masilla y esta vez nos decidimos a probar algo más grande. Volvimos a hacer los churros pero de un grosor mucho mayor. Los aplastamos por la base y les dimos forma rectangular con la espátula. Después redondeamos el vértice
Los colocamos dentro de los límites del huerto para wargames pegándolos con un poco de cola blanca. Algunos los cortamos para que no fueran todos iguales y darle cierta irregularidad.
Finalmente terminamos de añadirle la puerta al huerto que hicimos con un poco de madera de balsa. No sabíamos si dejar la puerta en píe o tumbarla. Al final lo que decidimos fue dejarla de píe y si con el uso se caía la pondríamos en el suelo.
También retocamos aquí y allá la valla y lo dimos por terminado.
Solamente faltaba un último toque antes de poder ser pintado, pero como formaba parte de un elemento aún más grande debíamos esperar antes de texturizarlo con arena fina.
También pensamos que la forma básica del huerto ya estaba lista, pero que siempre se podría enriquecer añadiéndole alguna hortaliza o verdura plantada. Esto deja un poco de libertad a cada uno y es una excusa para probar a modelar pequeñas cosas.
Con un poco de imaginación se pueden hacer no solo muchos complementos, si no que también idear misiones para los juegos. En Mordheim (Empire in flames) se podrían esparcir piedra bruja sobre el huerto, mientra que en 1650 A Capa y Espada sería importante luchar por el control de este y de la comida que genera. Intentar atravesar un huerto corriendo es una de las mejores formas de acabar con un tobillo lastimado, por lo que representa un área de terreno difícil poco común en Warhammer Fantasy.
Esperamos que os haya gustado el huerto para wargames y os anime con vuestros propios proyectos.