Como ya sabéis quienes seguís el blog, mi trasfondo DIY se basa en la posibilidad de que Dantioch sobreviviese a la Herejía y que fundase un capítulo de sucesores leales de los Guerreros de Hierro, pues bien, con una mezcla entre rabia y alegría he descubierto que se ha ampliado el trasfondo de Dantioch en Unremembered Empires, 28ª novela de la saga de la Herejía de Horus.

Esto va a hacer que cambie mi trasfondo, y además me hace patente la posibilidad de que sigan ampliándolo en el futuro. Para mí esto tiene dos consecuencias:

1.- El trasfondo alóada ha de quedar abierto a más cambios y a la posible muerte del personaje.
2.- No puedo seguir utilizando el formato de index astartes en pdf, porque no es práctico remaquetar todo con cada cambio, así que posiblemente trabaje sobre GDocs y construya un suplemento sobre los Alóadas, que no solamente incluya trasfondo, sino también reglas DIY y otra información relevante, que maquetaré y distribuiré en PDF y EPUB siguiendo el formato oficial.

A continuación os traigo el trasfondo completo y traducido sobre el Guerrero de Hierro con más carisma del trasfondo, con permiso de Honsou :P Evidentemente contiene spoilers de Unremembered Empires y Una era de oscuridad.

Dantioch fue uno de los comandantes más estimados por Perturabo, un ser de un excepcional ingenio y brillantez táctica, cuya habilidad en el arte del asedio y la construcción de fortalezas le valió el mando de la 51ª flota expedicionaria. Como líder de esta flota imperial, Dantioch dirigió a una Gran Compañía de los Guerreros de Hierro contra una migración masiva de los xenos conocidos como Hrud, que estaba azotando la zona imperial conocida como el Estrecho de Vulpa. El ataque de estos xenos al mundo fortaleza de Golghis marcó el inicio de la caída de Dantioch frente a los ojos de su primarca. Los intensos campos entrópicos generados por los alienígenas provocaron un rápido deterioro de todo a su alrededor, convirtiendo la piedra en polvo y envejeciendo la carne y el hueso. Los astartes encargados de la defensa vieron sus cuerpos marchitarse, sus armaduras cubrirse de óxido y sus bólteres quedar inservibles antes de que los xenos atacasen sin piedad. Los pocos supervivientes de la masacre de Golghis lograron evitar este destino a bordo de Stormbirds enviadas para rescatarlos del planeta.

Esta migración masiva costó la pérdida de los mundos de Krak Fiorina, Stratopolae y Gholgi, y mientras los pocos supervivientes morían de viejos a su alrededor, un también envejecido Dantioch cuestionó lo acertado de la decisión de Perturabo, que había costado la vida de media Gran Compañía. Esto le costó perder el mando de la 51ª Flota Expedicionaria, y como precio por su presunción se vió relegado a la guarnición de un pequeño planeta en el borde de la galaxia, llamado Damantyne Menor.

La exposición a los campos entrópicos Hrud habían dejado a Dantioch deteriorado, y tras su exilio de la primera línea de las actuaciones de su legión, decidió no volver a llevar casco. En su lugar el herrero de guerra forjó una máscara con forma del cráneo de hierro de su legión, y lo aplicó al rojo vivo directamente sobre su rostro y su cráneo, fusionándola para siempre. De este modo comenzó su estancia en Damantyne Menor, un planeta inhóspito con una atmósfera turbulenta y plagado de una red de cámaras subterráneas. En el mayor de los nexos enterrados del planeta, Dantioch construyó Schadenhold, una fortaleza que se erigió como una maravilla de la ingeniería militar y la poliorcética. Construida para ser un bastión inexpugnable, la principal característica de Schadenhold era que no se alzaba sobre unos sólidos cimientos construidos en la base de las cavernas, sino que colgaba del techo de la misma, como una pesadilla invertida de muros, baluartes y posiciones artilladas.

El tiempo que Dantioch pasó en la guarnición de Schadenhold, junto a un pequeño destacamento de Guerreros de Hierro, recibieron rumores cada vez más insistentes sobre la rebelión del Señor de la Guerra,  y esto despertó en Dantioch la sospecha de que la cuarta legión se habría unido a los intereses de Horus. Al cabo de los meses recibieron la visita de la 51ª flota expedicionaria, ahora al mando del herrero de guerra Krendl. Este contingente portaba nuevas órdenes del Primarca para los Guerreros de Hierro apostados en Damantyne Menor, que pasaba a convertirse en un punto de aprovisionamiento para las fuerzas de Perturabo en su avance hacia Terra. En la reunión, Dantioch se negó a aceptar sus nuevas órdenes y se mantuvo leal al Imperio, junto con el resto de sus hombres, por lo que Krendl juró destruir Schadenhold en nombre de Horus y Perturabo.

Lo que Krendl no sabía es que un extraño había estado observando desde la sombras la reunión. Escondido tras un sistema de ocultación se encontraba Tauro Nicodemus, tetrarca de Ultramar, enviado por Roboute Guilliman para reclutar al herrero de guerra Dantioch para la causa leal. Guilliman conocía las particulares habilidades de Dantioch, y era consicente de que serían necesarias en el futuro, así que del mismo modo que Horus había explotado el orgullo de Perturabo para atraerlo a su lado, Guilliman esperaba poder explotar esa misma debilidad para atraer a Dantioch a su causa, aprovechándose de la manifiesta mala relación existente ente el herrero y su Primarca. Así pues, cuando las palabras de Krendl confirmaron la información que Nicodemus había trasladado a Dantioch, éste quiso saber qué esperaba Guilliman de él. La misión que el primarca de los Ultramarines les encomendaba no sería sencilla, debían resistir tanto como pudiesen en Schadenhold, con el fin de retrasar el avance de la cuarta Legión hacia Terra.

Dantioch dirigió a sus fuerzas contra todo el poder de la 51ª flota expedicionaria y la 14ª Gran Compañía de los Guerreros de Hierro, resistiendo en una épica batalla por cada metro cuadrado de Schadenhold durante 366 días solares. Sin embargo, la resistencia empezó a tocar su fin cuando los traidores desplegaron un titán de clase Imperator para destruir Schadenhold. Sabiendo que el final de la fortaleza estaba cerca, Dantioch puso en marcha lo que llamaría la “solución definitiva a cualquier asedio”. Huyendo nivel a nivel con los defensores leales que restaban, Dantioch accedió a una cámara superior oculta en el techo de la cueva. Esta cámara tenía un doble propósito, en primer lugar permitía accionar una serie de explosivos que destruirían los fundamentos de Schadenhold, y en segundo lugar poseía una baliza de teleportación que les permitiría huir de Damantyne Menor. Tras ejecutar la cadena de explosiones que haría caer Schadenhold sobre el Titán de clase Imperator y la 14ª Gran Compañía llevándolos a la ruina, Dantioch y sus compañeros se teletransportaron a la nave insignia de Krendl, la Benthos, tomando el control de la misma y partiendo inmediatamente rumbo a los quinientos mundos de Ultramar, donde las habilidades del herrero de guerra se emplearían para fortificar esta sección del Imperio frente a las legiones traidoras.

Una nueva misión


Dantioch y sus compañeros lograron llegar a la región de Ultramar justo antes del comienzo de la Batalla de Calth, en la que los pérfidos Portadores de la Palabra atacaron el planeta de Ultramar, ofreciendo un sacrificio de escala planetaria que sirvió a Erebus para convocar la Tormenta de Ruina, una tormenta disforme enorme que sumió todo Ultramar en la oscuridad, dejándolo aislado del resto del Imperio e impidiendo que los Ultramarines pudiesen participar en la batalla por Terra. Esta inmensa tormenta no solamente hizo innavegable la región de Ultramar, sino que hizo invisible desde la misma la luz del Astronomicón, lo que llevó a pensar a Guilliman que Terra había caído y Horus se alzaba victorioso.

Esta idea llevó a Guilliman a promulgar la creación del Imperium Secundus, un sistema de gobierno que agruparía los restos de las fuerzas leales al Imperio para tratar de defender los ideales que promulgaba el Imperio. Dantioch jugaba un papel importante en los planes del Primarca, contribuyendo a construir y defender este inmenso plan de contingencia. Dantioch aceptó el desafío estoicamente y comenzó a hacer lo que mejor sabía, fortificar las defensas físicas de Macragge, así como de otros mundos clave de Ultramar.

Sin embargo, Dantioch empezó a ser consciente de que la supervivencia de este nuevo y pequeño Imperio, no dependería tanto de fortificar sus defensas físicas como de garantizar su funcionalidad y su capacidad operativa. Fue entonces cuando Guilliman le reveló los misterios largamente ocultos del planeta Sotha. Este planeta era un cuerpo fronterizo en la región de los quinientos planetas y poseía un clima y un ecosistema comparable a Terra. Los colonos Imperiales que lo descubrieron, hallaron algo increíble bajo el Monte Pharos, el más alto de los picos de las majestuosas cordilleras del planeta. Una misión compuesta de arqueólogos y xenocultistas descubrió un espacio inmenso construido por una especie xenos desconocida. Conocido como el Pharos, el complejo de túneles y cámaras subterráneas había sido excavado en la misma roca por procesos imposibles de explicar.

Dantioch invirtió nueve meses solares desentrañando los misterios de Sotha y activando sus secretos más arcaicos, llegando a la misma conclusión que Guilliman, Sotha les ofrecía una forma de imponerse a la furia de la Tormenta de Ruina. Durante la exploración del complejo Pharos, Dantioch y los Ultramarines descubrieron una sala central que llamaron Localización Primaria Alpha, de la que Dantioch pensaba que formaba el centro de todo el mecanismo, y se mostró seguro sobre la función de todo el complejo. El Pharos era parte de un ancestral sistema de navegación interestelar, actuando tanto de baliza como de brújula, permitiendo una comunicación instantánea entre distancias inimaginables, y haciendo posible la teletransportación a través de una tecnología de portales. Al contrario que la tecnología basada en la Disformidad, el Pharos no empleaba el Inmaterium, sino que funcionaba a través de un sistema cuántico, movido no por energía psíquica, sino empática.

Además, Dantioch creía que existían más estaciones como Pharos diseminadas por la galaxia, y que estaban conectadas entre sí creando una red de caminos navegables entre las estrellas, más que una baliza de localización como el Astronomicón.  Además, pensaba que el Pharos podía girarse y ser apuntado a puntos concretos, iluminando su objetivo y haciendo que fuese localizable y empleable como un punto de referencia para la navegación estelar. A pesar de que Guilliman se mostraba reacio a emplear tecnología xenos, la prioridad de mantener Ultramar unido era evidente, así que ordenó a Dantioch que apuntase el Pharos hacia Macragge, haciéndolo visible como un punto de luz tanto en la dimensión física como en el Inmaterium a pesar de los efectos de la Tormenta de Ruina, convirtiendo a la capital de Ultramar en un punto de referencia ante la ausencia del Astronomicón.

Luz en la oscuridad


De la sombra de la Tormenta de Ruina fueron llegando a Ultramar, poco a poco, los restos de flotillas de guerra y comerciales, naves dañadas, naves solitarias y otros restos del poder militar y logístico del Imperio. Muchas de ellas procedían de los quinientos mundos de Ultramar, y traían a Macragge recursos vitales y materiales necesarios para la reconstrucción del Imperio. Todas las naves traían noticias, fragmentos de conocimiento de la rebelión de Horus, algunas de ellas procedían de la propia legión de Guilliman, perdidas en la Tormenta, procedentes de la Batalla de Calth o de las partidas de castigo contra las naves traidoras que sobrevivieron a la batalla. Otras naves traían miembros de las llamadas Legiones Destrozadas, supervivientes de las legiones de los Manos de Hierro, la Guardia del Cuervo o los Salamandras, víctimas de la Masacre de la zona de desembarco en Istvaan V.

Sin embargo, una de las flotas trajo la condenación a Macragge. Cuando la flota expedicionaria al completo de los Ángeles Oscuros llegó a Macragge, trajo con ella un peligroso prisionero, Konrad Curze, primarca de los Amos de la Noche. Curze y algunos de sus hombres habían sido capturados meses antes a bordo de la nave insignia de los Ángeles Oscuros, la Razón Invencible, pero de alguna forma el Acechante Nocturno logró escapar. Al llegar a Macragge, Curze logró llegar a la superficie del planeta para llevar tanto caos y matanzas como pudiese entre la población local.

Durante una sesión de comunicación con otros elementos de la flota mediante el uso del Pharos, Dantioch detectó empáticamente la presencia del Acechante Nocturno, e informó rápidamente a las fuerzas de defensa de Macragge de su presencia. Mediante el sistema de comunicación del Pharos, Dantioch pudo detectar a Curze en las sombras y guiar a Guilliman y Lion’el Jonson hacia un enfrentamiento contra él. Cuando el choque se produjo, las fuerzas combinadas de ambos primarcas resultaron no ser suficientes para abatir al Acechante, y viendo cómo este se imponía y ponía en riesgo las vidas de Guilliman y Jonson, Dantioch pudo utilizar el Pharos para teleportarlos fuera de peligro a la Localización Primaris Alpha, salvándoles de una muerte segura.

Ahora queda ver cuánto tarda en ser fusilado xD Como podéis ver da muchas ideas, y voy a tratar de explotarlas e integrarlas en la idea que tengo del capítulo hasta ahora, a ver qué sale.

Bendiciones y buenas noches.