Terminar un proyecto quizá sea una de esas cosas que más nos cuesta a los aficionados del hobby. Quién no quiere un ejército temático para Warhammer, quiere pintar toda una facción para 1650 A Capa y Espada. En el caso de Mordheim (Empire in Flames) quizá sea la escenografía el talón de Aquiles más habitual. Nosotros como buenos aficionados tenemos proyectos de todo tipo: Taros Campanign, Tablero Modular, Imperio, etc y como mortales que somos, todos inconclusos. Hoy vamos a seguir avanzado en uno de ellos a ver si conseguimos ir terminando cosas. He aquí la Cabaña para wargames II.
Ver la obra ya finalizada, con tus regimientos de Warhammer Fantasy desplegando en ellos, o tus miniaturas de 1650 A Capa y Espada tomando los edificios, es siempre reconfortante. Cumplida la tarea de construir, no queda más que disfrutar. Aunque parece que esta es una droga que nos guste poco, o quizá nos parezca aún mejor la emoción de empezar uno nuevo...
La cabaña para wargames empezó dándonos un respiro entre proyecto y proyecto. Tonteamos un poco con el cartón pluma y la masilla. Al final, a lo loco a lo loco, la cabaña para wargames fue tomando forma. El problema fue cuando nos dimos cuenta de que no se tenía un edificio solo con cuatro paredes, así que lo que era un mero pasatiempo para desconectar un poco, se convirtió en una nueva tarea.
Retomando la entrada anterior Escenografía: Cabaña I. ya contábamos con todas las paredes terminadas. Solo nos faltaba hacer un tejado, un suelo y la base. Casi nada.
Como no queríamos tener ningún problema al seguir manipulando las paredes, decidimos dotarlas de un suelo que dejara fija la estructura rectangular de la cabaña para wargames. Simplemente cortamos una pieza de madera de balsa que encajaba en el suelo y lo colocamos, no sin antes dibujar unas líneas por si pudiera ser el inicio de un posible suelo.
Sin más dilación nos pusimos rápidamente a levantar la estructura de madera sobre la que iría colocado el tejado.
Primero fuimos recortando las piezas en madera de balsa que íbamos a utilizar. Queríamos que la forma del tejado fuera triangular, con dos aguas. Además fuimos devastando la madera con el cepillo de puntas de metal.
Reunimos todas las piezas y comprobamos las uniones antes de pegarlas. Era importante que cuadraran los ángulos para que el tejado no estuviera torcido después. Lo cierto es que nunca hemos destacado por ser muy precisos en estos aspectos. Después pegamos los triángulos de madera con cola blanca.
A las piezas exteriores les añadimos cartón duro sobre el que aplicamos la masilla de secado al aire Das y la textura con el cepillo de dientes, tal y como hicimos con las paredes anteriormente de la cabaña para wargames.
Comprobamos que dentro de las habituales imperfecciones (paredes inclinadas o abombadas), nuestra estructura aún podía pasar por una casa. Visto esto le añadimos unas finas vigas de madera sobre la que descansaría la techumbre,
Teníamos muchas ganas de conseguir un efecto paja que nos gustara con la masilla, así que continuamos explorando el maravilloso mundo del tallo de cereal. Si habíamos aprendido algo de la experiencia de Escenografía: El almiar I, era como no debíamos hacerla, al menos para un tejado.
Esta vez nos decidimos por un sistema mucho más práctico, la copia. Lo cierto es que uno nunca sabe de donde va a venir la inspiración. Esta vez fue la vecina regalándole a nuestra sobrina una casa de juguete con un hermoso y amplio tejado de paja. Como siempre hemos pensado que los juguetes deben de ser algo unisex, le dejamos a los bajitos barbudos a la niña y tomamos prestado el tejado durante un rato.
El proceso fue sencillo. Un gran churro de masilla con el ancho adecuado. Lo cortamos en churros más pequeños, uno por cada nivel de paja que queramos.
Después amasamos con un rodillo cada churro y lo colocamos sobre el tejado de paja, presionando para que el dibujo se quede impreso en la masilla. Retiramos el sobrante y lo colocamos sobre la estructura de madera a la que hemos aplicado previamente algo de cola blanca.
Y así vamos montando uno sobre otros hasta cubrir todo el tejado.
Estábamos muy contentos con el resultado hasta que hubo un accidente. No parecería revestir de gravedad. Aplicamos un poco de masilla sobre la zona estropeada, texturizada con el tejado de juguete y arreglado.
Aunque habíamos arreglado la gotera, ahora teníamos lo que en argot de seguros de vivienda se llama un defecto estético. Así que no quedaba otra que levantar parte del tejado y volver a colocarlo.
Lo cierto es que lo de jugar con cartón pluma y masilla se nos había ido de las manos, pero llegados a este punto ya no había otra que seguir adelante. Es más nos dimos cuenta de que no quedaba del todo bien cuadrado el tejado, así que decidimos hacer otro, y claro ya que teníamos otro tejado, pues haríamos otras pareces.
Al final resulto que a las primeras paredes se les coloco el segundo tejado, y al primer tejado las segundas paredes.
Y así es como no se termina nunca ningún proyecto de Warhammer Fantasy, 1650 A Capa espada y Morhdeim (Empire inFlames), ampliándolo en mitad del proceso.
Al menos esperamos que os vaya gustando.