Cuando nos embarcamos en el diorama con el que presentarnos al concurso de Tabletop World le dedicamos un tiempo a la planificación. De esta hay uno de los puntos que aún no hemos comentado en el blog. Hoy lo rescatamos para poder hablar de el, os presentamos: El Fondo.
Generalmente hacer un diorama para Warhammer consta de cuatro pasos. En un primer lugar se planifica la escena; segundo se construyen los elementos; pintarlo todo es el tercer paso y por último se prepara la escena para la foto.Es justo en ese momento cuando entra en acción el televisor, las fotos de la comunión o las cortinas de lunares. Intentamos captar la esencia de la escena, pero no somos capaces de encuandrar la imagen como deseamos sin tener "intrusos" en ella.
Aquí entran en juego los fondos. Generalmente se utiliza cartón pluma blanco o algún póster. Cuando el diorama es pequeño, no es muy difícil hacer uno incluido en la propia peana. Incluso los hay quién los añade directamente a través del ordenador.
Para el concurso de Tabletop World nosotros necesitábamos un fondo que no desentonara con la escena y ayudara a crear sensación de profundidad. Después de devanarnos los sesos con las múltiples opciones al final nos decidimos por imprimir un fondo y colocarlo, haciendo la fotografía directamente con él.
Descartamos pintarlo con el aerografo, queríamos algo con riqueza y no quedaba mucho tiempo para algo así. Buscamos y buscamos imágenes por internet pero ninguna de ella nos convenció.
El fondo se estaba convirtiéndose en algo más que una espina clavada, y cuando mas avanzábamos en el resto de los aspectos del diorama, mas nos desanimaba el no tenerlo todavía.
Finalmente la solución apareció cuando menos nos lo esperábamos. Aprovechando los primeros días de sol del año, tomamos algo en unas terrazas con los amigos. Nos preguntaron por el diorama y comentamos los inconvenientes que estábamos teniendo, en particular el del fondo.
Y así fue como nuestro amigo Pablo Calleja, ilustrador de Somos Lapicero, se ofreció a echarnos una mano. Con un rápido vistazo a parte de su portafolios, se entiende que no pudiéramos estar más encantados con la ayuda de este dibujante, que vive a mata caballo entre Ponferrada y Madrid.
En poco tiempo Pablo nos mando un fondo a ver si nos convencía. Para el diorama era perfecto y proyectaba muy bien lo que queríamos.
Sin perder tiempo lo llevamos a imprimir y lo montamos.
Finalmente colocamos el diorama y probamos a hacer algunas fotos.
Que Pablo participara ha sido de gran ayuda. Si alguno quiere poder contar con él para algún proyecto parecido, ilustrar un juego, o trabajos de ilustración no dudéis en contactar con Somos Lapicero.
Lo cierto es que el resultado nos esta gustando mucho. Ya casi llegamos al final del viaje de este proyecto y nos tenemos que dar prisa en terminarlo.