Buenas tardes a todos. Hoy os voy a dejar un ralato que escribi para el concurso de microrelatos del foro Warhammer Aqui. Espero que os guste.


LA CACERÍA
             Ella estaba comiendo tranquilamente cuando oyó el ruido e instintivamente se quedo quieta. Esta vez se había entretenido demasiado y no se encontraba en su confortable refugio. Casi al momento, una de las puertas de la inmensa sala se abrió. Cinco gigantes bípedos irrumpieron en ella y sus atronadores voces en un idioma incomprensible e impronunciable resonaron por todo el lugar.
               Sabía que estaba en peligro, pero si se quedaba muy quieta posiblemente no repararían en ella. Escondida detrás de unas cajas junto a la paredes hizo lo que mejor sabía hacer, desaparecer de la vista de aquellos monstruos, quieta, muy quieta, casi como una estatua.
               Durante un tiempo no pasó nada. Aquellos monstruos se dedicaron a coger cajas y contenedores, colocandolos en las gigantescas máquinas de transporte que utilizaban. Había visto aquella operación muchas veces, pero siempre desde la seguridad de su refugio, solo que esta vez no estaba allí, sino al otro lado de la sala. Resistió el impulso de salir corriendo, pues sabía que su mayor baza era permanecer quieta hasta que se fueran.
               Por desgracia para ella, uno de los monstruos fue a coger una de las cajas detrás de la cual estaba escondida e, instintivamente, echo a correr pegada a la pared, por detrás de las montañas de contenedores, cajas y maderas donde sabía que, debido a su tamaño, los monstruos no podrían alcanzarla. Los truenos que se oyeron en cuanto la vieron fueron ensordecedores. Irónicamente algunos de esos chillidos le parecieron de miedo. ¿Cómo era posible que esos enormes monstruos se asustaran de alguien como ella? Si cabía cómodamente en una de aquellas enormes zarpas.
               Uno comenzó a ladrar algo que parecían ordenes y el resto empezó a mover todas las montañas de cajas y contenedores de la sala. La cacería había empezado y la presa era ella. Una gran zona donde ya no podría esconderse quedó despejada enseguida. Aprovechando un descuido trepó a toda velocidad por la estructura metálica que tan bien conocía y alcanzó la seguridad de su refugio.
               Una vez allí respiró con tranquilidad y se preparó para espiar a los cazadores mientras acababan de despejar la enorme habitación. Cuando vio la cara de desconcierto que pusieron al no encontrarla se adentró más en su guarida disponiéndose a recuperar fuerzas. Estaba a salvo.
               Algo parecido a un terremoto sacudió su refugio y horrorizada se dio cuenta de que la cacería no había terminado. Salió corriendo del mismo, dio un salto tremendo intentando llegar a la relativa seguridad del otro lado de sala y cuando ya pensaba que lo iba a conseguir notó un golpe en el costado que le hizo golpearse contra la pared a gran velocidad. Momentáneamente aturdida no vio llegar un segundo  golpe que la dejo muy malherida. Una patada la envió al centro de la sala y lo último que vio fue una enorme extremidad bajando en dirección a su cuerpo. Un golpe terrible acabó con su sufrimiento.
               Una voz estruendosa tronó en la sala: “Un ratón menos”.


Espero que os haya gustado. Para finalizar os comento que quedó en el segundo puesto por lo que me dieron está maravillosa firma




Si os apetece leer el resto de microrelatos, muy buenos todos ellos, solo teneís que pinchar Aquí.

Saludos a todos.